Blockchain introduce un modelo financiero descentralizado que opera sin intermediarios, a través de redes abiertas y contratos inteligentes. Esto contrasta con las finanzas tradicionales, donde bancos y entidades reguladoras centralizan el control, la verificación y la distribución de servicios financieros. La transparencia, velocidad y trazabilidad de blockchain están desafiando estructuras que han dominado por décadas. Mientras las finanzas tradicionales ofrecen estabilidad y regulación consolidada, blockchain propone eficiencia, acceso global y mayor autonomía para el usuario. Esta tensión entre lo establecido y lo emergente está marcando una nueva etapa en la evolución financiera, donde ambos modelos podrían coexistir y complementarse.